ARTICULO ORIGINAL
Posición de personas atendidas en servicio de urgencia sobre la presencia de la familia durante la resucitación
Position of persons assisted in emergency department about the family presence during resuscitation
Posição de pessoas atendidas em serviço emergencial sobre a presença da família durante a ressuscitação
Mayckel da Silva Barreto1, Dayse Gomes Nascimento1, Isabelle Leopoldino Oliveira 1, Edith Cavallo2, Diana Marcela Achury Saldaña3, Sonia Silva Marcon1
1 Universidade
Estadual de Maringá. Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras de
Mandaguari (FAFIMAN). Brasil
2
Universidad Nacional de Córdoba. Colombia.
3
Faculdade de Enfermagem da Pontifícia Universidade Javeriana. Colombia.
RESUMEN
Introducción
: la actual evidencia científica apoya la presencia de la familia durante
la resucitación. Sin embargo, este tema continúa generando intensos
debates y su práctica sigue limitada. Esto ocurre, entre otros factores,
porque poco se conoce la opinión de los pacientes sobre la posibilidad
de que sus familias acompañen la resucitación.
Objetivos : conocer la prevalencia y los factores asociados al apoyo
de la presencia de la familia durante la resucitación intrahospitalaria
e identificar los motivos para apoyar o no esta práctica.
Métodos : estudio descriptivo, de corte transversal, realizado con
122 personas que recibieron atención en una unidad de urgencia en el sur
de Brasil. Los datos fueron recogidos entre febrero y marzo de 2016, por medio
de entrevistas utilizando cuestionario semiestructurado. Para el análisis
se empleó la estadística descriptiva e inferencial.
Resultados : del total de entrevistados, 85 (69,7 %) refirieron apoyar
la presencia de la familia en la sala de urgencia durante la resucitación.
Los adultos mayores, aquellos que poseían mayor renta, enfermedades crónicas
y que presentaban cuadros más graves, significativamente apoyaron la presencia
de la familia. Los principales motivos para apoyar esta práctica fueron:
proporcionar mayor seguridad y calma al paciente y mayor información al
familiar. En cambio, los motivos para no apoyar la presencia familiar se relacionaban
con la posibilidad de que la familia obstaculizara la atención y de causar
sufrimiento al familiar.
Conclusión: los hallazgos apuntan que los profesionales sanitarios
de unidades de urgencia deben considerar la posibilidad de involucrar a las
familias de los pacientes durante la resucitación, ya que la mayoría
de ellos apoyaba esta práctica.
Palabras clave: Servicios Médicos de Urgencia; Familia; Resucitación Cardiopulmonar; Enfermería de la Familia.
ABSTRACT
Introduction
: The current scientific evidence supports the family presence during cardiopulmonary
resuscitation. However, this topic continues to generate intense debate and
practice follows limited. This happens, among other factors, because little
is known about the views of patients about the possibility of their families
witnessed resuscitation.
Aim: To determine the prevalence and factors associated with support
family presence during resuscitation within the hospital and identify reasons
to support or not this practice.
Methods: A descriptive study, cross-sectional, conducted with 122 people
who received care in the emergency department in southern Brazil. Data were
collected between February and March 2016, through interviews using semi-structured
questionnaire. For the analysis we used descriptive and inferential statistics.
Results: of the total respondents, 85 (69.7%) reported support the family's
presence in the emergency room during resuscitation. The elderly, those with
higher income, chronic diseases and were more severe, significantly supported
the presence of the family. The main reasons to support this practice were:
to provide greater security and calm the patient and greater information to
the family. On the contrary, the reasons not to support family presence is related
to the possibility of family disrupt service and cause suffering in the own
family.
Conclusion : These findings indicate that the health professionals' emergency
department should consider the possibility of entering patients' families during
resuscitation, since most of them supported this practice.
Keywords : Emergency Medical Services; Family; Cardiopulmonary resuscitation; Family nursing.
RESUMO
Introdução:
as atuais evidências científicas apoiam a presença da família
durante a ressuscitação. Porém, este tema continua gerando
intensos debates e sua prática segue limitada. Isto ocorre, dentre outros
fatores, porque pouco se conhece a opinião dos pacientes sobre a possibilidade
de suas famílias acompanharem a ressuscitação.
Objetivos: conhecer a prevalência e os fatores associados ao apoio
à presença da família durante a ressuscitação
intrahospitalar e identificar os motivos para apoiar ou não esta prática.
Métodos: estudo descritivo, de corte transversal, realizado com
122 pessoas que receberam atendimento em uma unidade de emergência no
Sul do Brasil. Os dados foram coletados entre fevereiro e março de 2016,
por meio de entrevistas utilizando-se questionário semi-estruturado.
Para a análise empregou-se a estatística descritiva e inferencial.
Resultados: do total de entrevistados, 85 (69,7%) referiram apoiar a
presença da família na sala de emergência durante a ressuscitação.
Os idosos, aqueles que possuíam maior renda, doenças crônicas
e que apresentavam quadros mais graves, significativamente apoiaram a presença
da família. Os principais motivos para apoiar esta prática foram:
proporcionar maior segurança e calma ao paciente e maior informação
ao familiar. Em contrapartida, os motivos para não apoiar a presença
familiar se relacionavam à possibilidade de a família atrapalhar
o atendimento e de causar sofrimento no familiar.
Conclusão: os achados apontam que os profissionais de saúde
de unidades emergenciais devem considerar a possibilidade de inserir as famílias
dos pacientes durante a ressuscitação, já que a maior parte
deles apoiava esta prática.
Palavras-chave: Serviços Médicos de Emergência; Família; Ressuscitação Cardiopulmonar; Enfermagem Familiar.
INTRODUCCIÓN
La presencia de la familia durante la resucitación (PFDR), se ha asociado con la filosofía del Cuidado Centrado en la Familia, 1 consiste en la permanencia de uno o más familiares en un lugar que posibilite el contacto visual y / o físico con el paciente durante la realización de los procedimientos.2 Son crecentes el endoso y el estímulo a esta práctica por importantes organizaciones internacionales de cuidados críticos.3-5 Las evidencias sugieren que la presencia y la participación de las familias pueden mejorar la seguridad y el confort del paciente, aumentar la comunicación entre las familias de los pacientes y los profesionales sanitarios y reducir el tiempo de internación, los costos médico-hospitalarios y las readmisiones.6-7
Además, es necesario considerar que más del 90 % de los pacientes en Paro Cardiorrespiratoria (PCR) no sobreviven, muriendo alejados de sus familias.5 Por lo tanto, es importante permitir que ellas observen la rapidez de la atención y así comprender la gravedad de los acontecimientos que amenazan la vida8 e incluso, que tengan la oportunidad de "decir adiós".5 La presencia de la familia puede favorecer una menor frecuencia de síntomas relacionados con el trastorno del estrés postraumático, ansiedad y depresión9 y contribuir a la vivencia de un proceso de luto no patológico entre los familiares.10 Además, la PFDR no interfiere con el despertar de sentimientos / comportamientos, en los familiares, que dificultan el trabajo del equipo multiprofesional, 11 y, por consiguiente, no afecta las características de la reanimación, la sobrevida del paciente, el tiempo de resucitación sin indicación clínica o la autoconfianza y el nivel de estrés emocional del equipo de salud.5,9
Sin embargo, a pesar de los beneficios que puede generar la presencia de la familia, muchos profesionales que laboran en unidades de urgencia todavía no lo reconocen, aspecto que se evidencia en un estudio realizado en Grecia junto a 121 profesionales de salud, donde se encontró que el 71,90 % no estaban de acuerdo con la presencia de la familia.12 Por otro lado recientemente se llevó a cabo un estudio sobre prácticas éticas al final de la vida, realizado en 31 países europeos, donde se reveló gran diversidad en el entendimiento y la implementación de la PFDR.13 Tal diferencia puede ser atribuida a cuestiones políticas, culturales, económicas, sociales y de asistencia a la salud, inherentes a cada realidad.13
El actual panorama, internacionalmente difundido, de controversia entre investigación y práctica es, tal vez, responsable por el hecho de este tema ser de interés global.14-20 Las investigaciones disponibles dan a conocer las percepciones y posicionamientos de los profesionales de salud16-20 o de los familiares.14,15 Por lo tanto, aunque se conozca que los familiares de los pacientes quieran ser invitados a estar cerca de sus seres queridos durante los eventos de crisis,21 poco se sabe sobre la percepción de los pacientes y los factores asociados al apoyo de la familia durante las maniobras de Resucitación Cardiopulmonar (RCP). Los escasos estudios realizados hasta el momento con los pacientes, en su mayoría, son de abordaje cualitativo16,22-23 o de base poblacional general, en el cual la posibilidad de ocurrencia del fenómeno (parada cardiorrespiratoria) es percibida como algo muy lejano de la realidad. 24
Con lo anterior se hace esencial conocer los factores que se asocian al apoyo de la familia en la PFDR y cuáles son los motivos para apoyar o no esta práctica entre personas que se encuentran en atención en unidades de urgencia, especialmente en Brasil. En este país, hasta donde se sabe, hay un único estudio sobre la percepción de los pacientes sobre la presencia de la familia, el cual es de abordaje cualitativo y sugiere que la presencia familiar era percibida como positiva, porque potenciaba la confianza y confort del paciente y al mismo tiempo tranquilizaba a los familiares a medida que les permitía obtener mayores informaciones sobre la evolución del cuadro clínico y acompañar la asistencia.23
Se cree que, al ser conocidos los factores asociados al apoyo a la PFDR, se puede favorecer la elaboración de legislaciones y políticas internacionales, pero que al mismo tiempo, sean concordantes con las especificidades de la realidad local y que, al permitir la presencia de las familias, consideren de manera transversal los principios de la bioetica, los procesos de trabajo y educación continuada en los servicios de emergencia y la aplicabilidad práctica y cotidiana de la presencia familiar. En vista de lo expuesto, los objetivos de este estudio fueron conocer la prevalencia y los factores asociados al apoyo de la presencia de la familia durante la resucitación intrahospitalaria e identificar los motivos para apoyar o no esta práctica.
MÉTODOS
Estudio descriptivo, de corte transversal, con abordaje cuantitativo, realizado en una unidad pública de Pronta Atención, en un municipio del Sur de Brasil. Esta presta atención a las 24 horas del día, pero no está vinculada a una unidad hospitalaria, lo que la caracteriza como un servicio de nivel secundario. Es una puerta abierta para todos los casos de emergencia del municipio y también para aquellos que espontáneamente buscan asistencia para cualquier tipo de alteración en la salud, inclusive, cuadros no agudos.
Dada la inexistencia de una lista previa de la población que utiliza el servicio de Pronta Atención, de la mayor facilidad operativa y del bajo costo para componer un muestreo no probabilístico, se optó por seleccionar a los potenciales participantes de este estudio por conveniencia. La muestra fue compuesta por 122 personas que atendieron a los siguientes criterios de inclusión: tener 18 años o más y estar, por lo menos, 24 horas en atención / observación en la unidad de salud. Normalmente, permanecen en la unidad por más tiempo las personas que presentan cuadros clínicos más complejos, que necesitan exámenes complementarios, evaluaciones con especialistas o que requieren servicios con mayor aporte tecnológico para el cuidado.
Por su parte, se excluyeron a individuos incapaces de responder la encuesta por motivos de salud, como, por ejemplo, inconsciencia, somnolencia excesiva o trauma facial (15 casos). La "gravedad del cuadro clínico" per se no constituyó un criterio de inclusión o exclusión, pues la inserción de pacientes con diferentes niveles de gravedad permitiría investigar si esta variable se asociaba o no al desenlace (Fig.).
Los datos fueron recogidos durante los meses de febrero y marzo de 2016, en los períodos matutino o vespertino, por medio de una entrevista realizada por los investigadores. Se utilizó un instrumento semiestructurado, compuesto por quince preguntas que incluían el perfil socio demográfico (sexo, edad, escolaridad, entre otras) y de salud de los participantes (clasificación de riesgo y presencia de enfermedades crónicas). La variable desenlace (dicotómica - sí/no) fue el apoyo a la PFDR. Además, el instrumento contaba con una pregunta abierta que le permitía al entrevistado expresarse libremente, que era: "¿Si usted presentase una parada cardiorrespiratoria, apoyaría o no que su familiar estuviera en la Sala de Urgencia durante la resucitación? ¿Por qué? ".
Las entrevistas fueron realizadas en las dependencias de la unidad de salud, en local privativo, cuando el paciente tenía autorización para movilizarse de la cama, u ocurrieron en el propio cuarto de observación cuando el mismo no podría moverse. Sin embargo, en estos casos, se buscó garantizar el mínimo de privacidad aislando la cama con biombos.
Para el análisis de datos se utilizó el programa Microsoft Office Excel 2010®. El análisis estadístico se realizó con ayuda del software Statistical Analysis System - SAS®. Para verificar la asociación de las variables en estudio con el desenlace de interés y la medida de la asociación, o sea, la probabilidad de ocurrencia del apoyo a la PFDR, fueron utilizados, respectivamente, la prueba no paramétrica Qui-cuadrado de Pearson, con nivel de significancia p˂0,05 y el Odss Ratio y su Intervalo de Confianza.
El desarrollo del estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigaciones que involucra a Seres Humanos de la Universidad Estatal de Maringá (CAAE: 20517513.3.0000.0104) y todos los preceptos éticos regidos por la resolución 466/12 del Consejo Nacional de Salud de Brasil fueron respetados.
RESULTADOS
La mayoría de los 122 participantes del estudio tenían menos de 60 años (73,80 %) y declararon poseer religión (96,70 %). Más de la mitad eran de sexo femenino (53,30 %), casado (51,60 %), de color blanca (57,40 %) y no tenían enfermedades crónicas (50,80 %), poseía menos de ochos años de estudio (57,40 %), renta familiar per capita inferior a 650 reales (53,30 %), y no tenían enfermedades crónicas (50,80 %). El 61,40 % fue clasificado con los colores rojo o amarillo de acuerdo con el protocolo de Acogimiento con Clasificación de Riesgo (ACCR) adoptado por la unidad, lo que denotaba cuadros clínicos más graves.
Se verificó que 85 (69,70 %) entrevistados apoyaban a la PFDR. Se identificaron como características asociadas al apoyo: edad mayor o igual a 60 años, renta familiar per capta mayor o igual a 650 reales, presencia de enfermedad crónica y clasificación como rojo / amarillo en el protocolo de ACCR (Tabla 1).
Con respecto a los motivos para apoyar la PFDR se evidenció que la mayoría de los entrevistados creía que la familia proporcionaría mayor seguridad y calma al paciente (59,1 %) y que el familiar quedaría mejor informado acerca de la evolución clínica (27,5 %). En cambio, los principales motivos para no apoyar la presencia familiar fueron la posibilidad de que la familia obstaculizara la atención (54,9 %) y el causar sufrimiento en el familiar (25,5 %) (Tabla 2).
DISCUSIÓN
Los resultados del presente estudio evidenciaron que la mayoría de los entrevistados, en caso de presentar un PCR, apoyaría la presencia de la familia durante las maniobras de RCP. Los ancianos y aquellos que poseían mayor renta familiar, comorbilidades crónicas y cuadros clínicos más graves apoyaban de manera significativa la presencia de la familia. En líneas generales, tales hallazgos parecen apuntar que profesionales de salud y gestores de servicios de urgencia, deben poner en pauta y discutir la posibilidad y los medios necesarios para implementar esta práctica, sobre todo para el perfil de pacientes arriba mencionado, pues fueron los que más apoyaron la presencia familiar.
Aunque los resultados son alentadores y apunte a que pacientes atendidos en una unidad de urgencia en el Sur de Brasil apoyan a la PFDR, se resalta que discutir los hallazgos de esta investigación es un desafío, pues los estudios realizados hasta el momento utilizan metodologías variadas y fueron llevados a cabo en contextos asistenciales y culturales diferentes. De este modo, los autores destacan la necesidad de relativizar los datos encontrados y las discusiones aquí presentadas.
En comparación con los resultados de un estudio australiano de base poblacional realizado por medio de llamadas telefónicas,24 los hallazgos de la presente investigación mostraron que los entrevistados brasileños se presentaban cuantitativamente más favorables a la presencia de la familia en su propia resucitación (51 % frente al 69 %). Salvaguardadas las diferencias culturales, sociales y educativas, la discrepancia entre los porcentajes, tal vez se deriva del hecho de que en este estudio los entrevistados eran pacientes en servicio de urgencia, lo que tornaba posible el empeoramiento en el cuadro clínico. Esto puede haber influido en la interpretación de la necesidad de la PFDR. Tal inferencia es corroborada también por el hecho de que en la investigación australiana, casi el 20 % de los entrevistados ni siquiera habían pensado sobre la posibilidad de vivenciar un PCR.24
En lo concerniente al hecho de que los pacientes ancianos y que tenían enfermedades crónicas, significativamente apoyaban la presencia de la familia, se cree que esto puede estar relacionado con una mayor proximidad de este grupo con el seno familiar, lo que resulta de la necesidad de ayuda durante los períodos de exacerbación de los signos y síntomas de las enfermedades, de la dependencia total o parcial para innumerables actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, así como de la vivencia del proceso de muerte y mayor proximidad en los momentos finales de la vida.
En este sentido, estudio realizado en un municipio del Sur de Brasil evidenció que ancianos con comorbilidades crónicas poseían percepción positiva sobre la relación con los familiares y refirieron que el cuidado prestado por la familia trascendía al tecnicismo, pues involucra sentimientos de cariño, amor, atención y paciencia.25 Esto sugiere que las personas mayores y que conviven con enfermedades crónicas, las que necesitan más cuidados, posiblemente reconocen la importancia de la familia en todos los momentos de sus vidas y de forma coherente con este pensar, apoyan más fuertemente su presencia durante una atención crítica, como la RCP.
Otro punto que merece destacarse es la influencia de la gravedad del cuadro clínico con apoyo a la PFDR. El estudio realizado con víctimas de trauma leve, atendidas en la misma unidad de urgencia en que se llevó a cabo esta investigación, identificó que los participantes quisieron que la familia estuvieran presente durante la atención, pues ella constituía fuente de confianza, lo que despertaba sentimiento de calma.23 Por otro lado, la literatura apunta a la relevancia de los profesionales y gestores de los servicios de urgencia a considerar la posibilidad de incluir a la familia durante el cuidado crítico, aunque esto sea un proceso paulatino y también en casos más leves.
En la presente investigación se observó que aquellos pacientes con cuadros más graves eran los que significativamente desean la PFDR. Se cree que las personas con enfermedades más complejas sienten de forma más perceptible la posibilidad de empeoramiento en el cuadro clínico y de la evolución hacia el óbito, lo que puede aumentar, en este momento de fragilidad, la percepción de la necesidad de más contacto con la familia. Así, el presente estudio avanza en el punto de enseñar que pacientes graves también perciben como necesaria la presencia de la familia durante la atención.
Por último, otra característica asociada al apoyo a la presencia fue la renta familiar más elevada. Tal vez esta variable pueda ser influenciada por la escolaridad. Ya se ha identificado en otro estudio que el nivel educativo se relaciona con la percepción de mayor necesidad de cuidados en salud.26 Ciertamente esta percepción también es transferible a la necesidad de proximidad con la familia. Sin embargo, se señala que la relación entre ingreso y apoyo a la PFDR requiere de más estudios.
Las principales razones citadas por los entrevistados para apoyar la PFDR estaban relacionadas con la posibilidad de que ellas tienen de proporcionar mayor seguridad y calma a los pacientes y al mismo tiempo recibir más información sobre el estado de su salud. Por otro lado estudios realizados en dos unidades de urgencia de Jordania, junto a siete familiares que acompañaron la resucitación de sus seres queridos, identificó que la necesidad más importante manifestado por el hecho de haber estado con ellos, era la de recibir información sobre el estado de salud del paciente en la urgencia. Así, lograron reducir tensión emocional y mejoraron la aceptación del resultado final de la resucitación.27
Otro estudio desarrollado en Estados Unidos con 28 individuos que optaron por acompañar la atención de sus familiares victimizados por causas externas, evidenció que los familiares, al estar en la sala de urgencia, pudieron apoyar al paciente, proporcionándoles confort físico y emocional, además de información a los profesionales, garantizando la realización de una asistencia más segura y calificada por el equipo de salud.14
No obstante, un considerable número de pacientes del presente estudio (30,3 %) refirió no apoyar la PFDR. Los principales motivos señalados se relacionan con el temor de que los familiares presenten intenso sufrimiento o malestar, que de alguna manera pudieran interferir en la asistencia. Esto revela que los pacientes al no apoyar la presencia familiar estaban, en realidad, preocupados por sus seres queridos y no, con posibles violaciones de secreto de la atención o con un mal desempeño de los profesionales, lo que comúnmente se señaló como limitador para permitir la PFDR.17 La posible falta de conocimiento de los entrevistados de que la presencia familiar en la sala de urgencia, implica directamente en la disponibilidad de un profesional para acompañarla puede haber despertado percepciones negativas de que la misma obstaculizaría la atención o sufriría con las escenas producidas.
En un estudio realizado en Inglaterra con 61 pacientes, de los cuales 21 habían sido resucitados, reveló que la mayoría apoyaba la presencia familiar, aunque otros lo consideraban desfavorable. Independientemente del hecho de que hayan presentado o no un PCR, aquellos que no apoyaban a la PFDR justificaron esta posición por el hecho de creer que, en estos casos, los profesionales necesitarían ejercer juicios discrecionales durante las maniobras de RCP y que los familiares, por no comprender la dinámica de la atención, podrían obstaculizar la asistencia.22 También, fue señalado como desmotivador para apoyar la presencia de la familia, el hecho de que se produjeran escenas angustiantes que pueden desencadenar intenso sufrimiento en ellas.21 En ese mismo sentido el estudio australiano de base poblacional identificó que, las principales razones para no apoyar a la PFDR eran: posibilidad de que la familia distraiga al equipo de salud y el hecho de que se produjeran escenas muy estresantes para el familiar.23 Así, los entrevistados de ambos estudios que eran desfavorables, revelaron que estar fuera del contexto asistencial protegería a los familiares.22,24
Es consenso en la literatura que para proteger a la familia durante el cuidado de urgencia, se hace necesario su preparación, acogida, amparo y acompañamiento por un profesional de salud o capellán de la unidad, entrenado para este fin, llamado facilitador.1 El rol de esta persona es dar apoyo emocional al familiar y principalmente apoyo con información, por medio de explicación de lo que está ocurriendo durante la atención en lenguaje accesible al entendimiento del individuo.11 Además, con el propósito de dirimir el sufrimiento y el surgimiento de alteraciones psicoemocionales y / o fisiopatológicas en los familiares, se cree que debe ocurrir una preparación de la familia para estar con el paciente.1,11
Por ejemplo, se observa que cuando las personas son orientadas y pasan a conocer, al menos en plano teórico, lo que se vivenciará en determinada situación, puede haber disminución de la ansiedad, del sufrimiento y de la agitación familiar, sobre todo, cuando esta orientación es realizada por un profesional dedicado y atento. 5 Idealmente la preparación debe ser realizada por el profesional que acompañará al familiar en la sala de urgencia. Esto porque ya se iniciaría la creación de un vínculo y el establecimiento de confianza familiar-profesional. Para ejercer esta función es necesario que el facilitador tenga sensibilidad para sentir los momentos que debe utilizar la acogida y la comunicación, aunque a veces también el silencio es terapéutico.2
Por lo tanto, es importante destacar la trascendencia de la forma como el profesional realiza el acompañamiento del familiar que presencia la resucitación, pues es él quien interviene como guía, orientador y apoyo a la familia, debiendo permitir que el familiar tome la decisión de estar presente durante la atención de manera voluntaria. Además, posteriormente este profesional deberá permitir a la familia expresar sus sentimientos y dar respuestas a sus dudas.16 De esta forma, se verifica que los temores de los pacientes en cuanto al sufrimiento familiar y la posibilidad de dificultar la atención pueden ser resueltos cuando se inserta un profesional debidamente preparado para atender las demandas familiares durante la resucitación.
Por último, es importante destacar los resultados de un estudio observacional realizado en 252 hospitales en Estados Unidos, con los registros de 41.568 pacientes adultos que sufrieron PCR, el cual identificó que no hubo diferencias estadísticamente significativas en los resultados de la RCP (retorno de la circulación espontánea) y en el proceso de atención (calidad de la reanimación, intervenciones y posibles errores de sistemas de reanimación) entre los hospitales, con y sin una política permisiva a la presencia de la familia durante las maniobras de RCP, sugiriendo que tales políticas no afectan negativamente a la reanimación.28 De esta forma, se cree que los profesionales sanitarios deben esforzarse para identificar los deseos de los pacientes y de los familiares en lo que se refiere a la PFDR y facilitar esta práctica, según sea el caso. La intersección entre cuidados paliativos y cuidados críticos debe ser entendida en el contexto de la asistencia a las enfermedades crónicas y agudas y de la longevidad de la población, creándose políticas institucionales para este fin.
Limitaciones
El presente estudio tiene limitaciones. Una de ellas se relaciona al hecho de que la muestra fue constituida por conveniencia, lo que circunscribe los resultados a la población investigada, siendo necesario cautela al compararse sus hallazgos con otros contextos y servicios de urgencia. En el caso de las entrevistas realizadas en la unidad de salud puede haber limitado las respuestas de los participantes, sin embargo, si las entrevistas hubieran sido desarrolladas en otro lugar, después del alta hospitalaria, por ejemplo, el número de participantes y su opinión sobre la necesidad del apoyo familiar podrían ser distintas.
Conclusión
Los resultados de este estudio permitieron evidenciar que la mayor parte de los entrevistados favorecían la presencia de la familia durante la resucitación, siendo que este posicionamiento estuvo estadísticamente asociado a edad mayor o igual a 60 años, renta familiar per capita más elevada, presencia de enfermedad crónica y la clasificación como rojo / amarillo en el protocolo de clasificación de riesgo. Muchos pacientes creían que, si la familia estaba presente, podría proporcionar mayor seguridad y calma a ellos y que el familiar estaría mejor informado acerca de su evolución clínica. Por otro lado, aquellos que no apoyaban la presencia familiar manifestaban que los principales motivos se relacionaban con la posibilidad de que la familia obstaculizara la atención y de causar sufrimiento en el familiar.
Ante estos hallazgos los profesionales sanitarios de los servicios de urgencia deben considerar la posibilidad de invitar a los familiares para acompañar las maniobras de resucitación, ya que los entrevistados, en su mayoría, favorecían esta práctica. Se reitera, sin embargo, que es necesario buscar formas de reconocer las opiniones de los pacientes más graves, que pueden evolucionar hacia un paro cardiaco, sobre el apoyo, o no, a la presencia de la familia, o la identificación de este apoyo también podría realizarse con los propios familiares para entonces permitir la presencia familiar considerando la opinión del paciente. En esta perspectiva, es importante discutir en sociedad y difundir de manera creciente las cuestiones que involucran la presencia familiar, lo que permitirá a las familias charlar sobre el asunto y delimitar sus posiciones. Por eso, se cree que la educación y la sensibilización de los profesionales de salud acerca de los beneficios de la PFDR pueden modificar sus actitudes, promover amplias discusiones sobre el tema y respetar las opiniones y deseos de los pacientes y sus familiares.
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Recibido: 2016-09-16.
Aprobado: 2017-05-15.
Mayckel da
Silva Barreto. Enfermeiro. Doutorando em Enfermagem pela Universidade Estadual
de Maringá. Docente do Departamento de Enfermagem da Faculdade de Filosofia,
Ciências e Letras de Mandaguari (FAFIMAN). Coordenador do Curso de Enfermagem
da Faculdade Intermunicipal do Noroeste do Paraná. Coordenador no Brasil
da "Red Internacional de Enfermería en Cuidados Críticos".
Correo electrónico: mayckelbar@gmail.com
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Copyright (c) 2018 Mayckel da Silva Barreto, Dayse Gomes Nascimento, Isabelle Leopoldino Oliveira, Edhit Cavallo, Diana Marcela Achury Saldaña, Sonia Silva Marcon
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