ARTÍCULO DE REVISIÓN
De la enfermera general a la enfermera geriátrica
From the general nurse to the geriatric nurse
Yenny Elers Mastrapa; María del Pilar Gibert Lamadrid; Mario Ávila Sánchez
Facultad de Enfermería "Lidia Doce". La Habana, Cuba.
RESUMEN
Introducción:
la definición enfermera está estrechamente ligada a su función
y en consecuencia la definición de enfermería. Es un profesional que
se dedica al cuidado de la salud de los seres humanos. La historia de la enfermería
profesional comenzó con Nightingale, sus postulados sobre la formación
de las enfermeras en la instrucción de principios científicos y experiencias
prácticas para el desarrollo de habilidades sirvieron de modelo universal
para las primeras escuelas de enfermería, lo que devino en la formación
de enfermeras en las diferentes especialidades, como la atención al paciente
geriátrico. Este temprano acierto en la formación de recursos de enfermería
se refleja en las diferentes definiciones de enfermera que se aprecian en las
diversas teorías aplicadas a enfermería.
Objetivo:
indagar sobre la evolución de la definición de enfermera, teniendo
en cuenta su indispensable valor en la atención al paciente anciano.
Métodos:
se realizó análisis de contenido de documentos, que incluyó
distintos libros de texto, artículos originales y de revisión publicados
de 1993 al 2015 con las siguientes palabras clave, enfermera, geriatría,
enfermería en SciELO, Dialnet y elsevier, se identificaron y revisaron
20 artículos de los que fueron útiles 11, así como monografías
de varias revistas que permitió el análisis histórico lógico
de la evolución de la categoría.
Conclusiones:
la indagación sobre la evolución de la definición de enfermera
geriátrica permitió definir operacionalmente esta categoría,
a partir de las particularidades de la enfermera geriátrica y el reto que
enfrenta la demanda de servicios de geriatría y de enfermería en correspondencia
con la satisfacción de necesidades al paciente geriátrico.
Palabras clave: enfermera geriátrica; paciente geriátrico; servicio de geriatría; enfermería; cuidados.
ABSTRACT
Introduction:
The definition of nurse is closely related to the professional's function
and, in consequence, the definition of nursing, too. That person is a professional
dedicated to caring for the health of human beings. The history of professional
nursing started with Nightingale: her postulates about the training of
nurses in the instruction of scientific principles and practical experiences
for the development of skills served as a universal model for the first nursing
schools, which later became the training of nurses in the different specialties,
such as the care for the geriatric patient. This positive aspect at the beginning
in the training of nursing resources is reflected in the deferent definitions
of nursing perceived in the different theories applied to nursing.
Objective: Inquire into the evolution of the definition of nurse, considering
the indispensable value in the care for the elderly patient.
Methods: Documental contents analysis was carried out, which included
different text books, original and review articles published from 1993 and 2015
with the following key words: nurse, geriatrics, nursing, in SciELO, Dialnet
and Elsevier. We identified and reviewed 20 articles, out of which 11 were useful,
as well as monographs from several journals, which permitted the logical-historical
analysis of the category's evolution.
Conclusions: Inquiries into the evolution of the definition of geriatric
nurse permitted to operationally define this category, from the particularities
of the geriatric nurse and the challenge before the geriatric and nursing services
demand in correspondence with the meeting of the geriatric patient's needs.
Keywords: geriatric nurse; geriatric patient; geriatrics service; nursing; cares.
INTRODUCCIÓN
La definición enfermera está estrechamente ligada a su función y en consecuencia la definición de enfermería. Es un profesional que se dedica al cuidado de la salud de los seres humanos, lo que se refleja en las diversas teorías aplicadas a enfermería. Estas, en su mayoría, se refieren a la enfermera como una persona, en algunos casos la identifican dentro de la persona que comprende uno de los conceptos básicos de la enfermería; describen a la enfermera como un individuo que tiene sentimientos, piensa y establece relaciones que le permiten llevar a cabo el objetivo de enfermería. Entre ellas se destacan, por su importancia histórica, la Teoría de las relaciones interpersonales de Peplau H. (1952), las extraordinarias contribuciones de Henderson V. (1958), el arte de la enfermería clínica de Wiedenbach E. (1952-1965), el modelo de relaciones entre seres humanos de Travelbee J. (1966-1971) y, más recientemente, la teoría bioética sinfonológica de los Husted G. y Huseted J. (2008), y la adopción del rol materno de Mercer R. (2014).1
La historia de la enfermería profesional comenzó con Nightingale, sus postulados sobre la formación de las enfermeras en la instrucción de principios científicos y experiencias prácticas para el desarrollo de habilidades sirvieron de modelo universal para las primeras escuelas de enfermería, lo que devino en la formación de enfermeras en las diferentes especialidades, como la atención al paciente geriátrico. Este temprano acierto en la formación de recursos de enfermería permitió desarrollar la formación de enfermeras desde el concepto más integral y holístico hasta la enfermera especializada en diferentes ramas del saber, desplegando el propio ser y el saber hacer en diferentes áreas de la atención de enfermería.
El objetivo de este trabajo es indagar sobre la evolución de la definición de enfermera, teniendo en cuenta su indispensable valor en la atención al paciente anciano.
MÉTODOS
Se realizó una revisión bibliográfica sistémica, donde se analizó el contenido de documentos, que incluyó distintos libros de texto, artículos originales y de revisión publicados de 1993 al 2015 con las siguientes palabras clave, enfermera geriátrica, paciente geriátrico, servicio de geriatría, enfermería, cuidados en SciELO, Dialnet y elsevier, se identificaron y revisaron 9 artículos de los que fueron útiles 4, así como monografías de varias revistas y libros que permitieron el análisis histórico lógico de la evolución de la categoría. Además se consultaron especialistas en el tema para ampliar la temática.
DESARROLLO
Enfermera es un término que generalmente se usa en género femenino, debido a que tradicionalmente es una profesión desempeñada por mujeres,2 aunque esto ha cambiado en los últimos años debido a la incorporación de hombres en los programas de estudio y con ello su presencia, cada vez más, en el cuidado e inserción en el mundo laboral.
Los cuidados, ligados estrechamente a la mujer, estaban directamente vinculados con las actividades de cuidar la vida y preservar la especie. Los cuidados eran dirigidos al cuerpo y al espíritu en forma global. Posteriormente, con la llegada del cristianismo se da supremacía al espíritu y aparecen las mujeres cuidadoras consagradas, sin duda más próximas a la función de enfermera.3
Las reglas monásticas intentan fundamentar el quehacer con los enfermos; de modo que en 1926, en el libro de Humberto de Romans, transcrito al latín, en Roma 1889, se define el enfermero como el que tiene el cuidado general de los enfermos y de la enfermería, siendo esta última el lugar donde están los enfermos.2
Después de la edad media, con los avances de la ciencia y las nuevas tecnologías en el área de la medicina, surge el concepto de mujer cuidadora auxiliar del médico, cuya función estaba muy apegada en estricto a las indicaciones médicas. El estilo de pensamiento era religioso, en un intento por mantener la imagen cristiana, reforzando un modelo vocacional y disciplinar del ejercicio del quehacer.4 Asimismo, la práctica de enfermería era medicalizada y la enfermera tuvo un papel muy limitado en la toma de decisiones.
Durante el siglo xix Florence Nightingale dedicó sus esfuerzos al desarrollo de la enfermería. La dama de la lámpara, tal como quedó inmortalizada en el poema Santa Filomena (Longfellow, 1857), pensaba que toda mujer, en algún momento de su vida, tendría que actuar como enfermera, entendiendo enfermería como la responsabilidad de velar por la salud de otros.1
La visión de enfermería que tenía Nightingale (1853-1874) la situó en el empeño de modificar cómo las enfermeras hacían enfermería: …no solo significa la administración de medicinas y cataplasmas..., reconoció el objetivo singular de la enfermería y declaró que los cuidados de los enfermos se basan en el conocimiento de las personas y su entorno. Describió que la función propia de las enfermeras era situar al paciente en la mejor condición para que la naturaleza ejerciera su acción sobre él, consideraba que las enfermeras realizaban tareas para y por un paciente.1
La historia de la enfermería profesional comenzó con Nightingale, sus postulados sobre la formación de las enfermeras en la instrucción de principios científicos y experiencias prácticas para el desarrollo de habilidades sirvieron de modelo universal para las primeras escuelas de enfermería.1
Después de este temprano acierto a mediados del siglo XIX, transcurrieron 100 años para que la profesión se sumergiera en un debate profundo sobre la necesidad de desarrollar un conocimiento de esta disciplina para orientar la práctica profesional. La enfermería como ciencia orienta su desarrollo hacia cuatro metaparadigmas o conceptos generales básicos, estos son: enfermería, persona, salud y entorno.5
Teóricas como Peplau H. (1952), Wiedenbach E. (1952-1965), Henderson V. (1958), Travelbee J. (1966-1971), Husted G. y Huseted J. (2008), Mercer R. (2014) han desarrollado la definición de enfermería, donde significan el papel de la enfermera, lo que ha permitido valorar su evolución a lo largo de la historia.
Asimismo Peplau H. (1952) define la enfermería como un proceso terapéutico interpersonal. Actúa en coordinación con otros procesos humanos que hacen posible la salud de los individuos en las comunidades. Cuando los equipos de salud ofrecen servicios, las enfermeras participan en la organización de las condiciones que facilitan la marcha natural de las tendencias del organismo humano.1
Por otro lado Wiedenbach E. (1952-1965) expresa que la enfermera es un ser humano funcional; como tal actúa, piensa y siente; sus pensamientos y sentimientos como enfermera son importantes, están íntimamente relacionados con lo que hace y también con el modo en que lo hace, y subyace a cualquier acto que realiza, ya sea en forma de expresión corporal, oral, un documento escrito, o un acto de cualquier clase. En las enfermeras, cuya actividad está dirigida a la consecución de un propósito específico, los pensamientos y sentimientos tienen que estar disciplinados, más tarde, en 1964, en sus postulados sobre enfermería clínica, planteó que la enfermera debe administrar la ayuda necesaria y debe comprobar que se haya satisfecho la necesidad de ayuda.1
De modo que Henderson V. (1958) al expresar: La función específica de la enfermera es ayudar a la persona, enferma o sana, en la realización de actividades que contribuyan a la salud o a su recuperación (o a una muerte tranquila), que realizaría sin ayuda si tuviera la fuerza, la voluntad o los conocimientos necesarios y hacerlo de tal manera que le ayude a ganar la independencia lo más rápidamente posible , publicada en 1961 por el Concilio Internacional de Enfermeras (CIE), en lo adelante converge con Wiedenbach E. en el hecho de que la enfermera tiene como primera función y deber el de ayudar, apoyada en sus pensamientos y sentimientos, en concreto en sus conocimientos.4
Del mismo modo Travelbee J. (1966-1971) considera que la enfermera es también un ser humano; posee una base de conocimientos especializados y la capacidad para aplicarlos, con la intención de ayudar a otros seres humanos para prevenir la enfermedad, recuperar la salud, encontrar un sentido a la enfermedad o mantener el grado máximo de salud.1
También, en 1966, la organización mundial de la Salud (OMS) definió a la enfermera como la persona que ha terminado los estudios básicos de enfermería y está capacitada y autorizada para asumir la responsabilidad de los servicios de enfermería que exigen el fomento de la salud, la prevención de la enfermedad y la prestación de asistencia a los enfermos.6
En la década de los 60 surgieron debates y discusiones acerca de la dirección adecuada de la disciplina enfermería y en los 70, la enfermera prosiguió la senda de la transición desde la vocación a la profesión. Los 80 fue un período de desarrollo importante, en la teoría de la enfermería, la propuesta fundamental de Fauwcett (1984), de que los conceptos generales de enfermería representaban un metaparadigma, añadía una estructura organizativa a los marcos de referencia existentes.1
Con la intención de presentar el panorama general que existía hasta el momento y un resumen de los conceptos profesionales básicos para el desarrollo de la profesión, Leddy S. y Pepper JM. (1989) definen a la enfermera como una profesional responsable de la atención de enfermería, que promueve, conserva o restablece la salud de individuos, familias y comunidades en un amplia variedad de entornos. La enfermera se socializa en una imagen profesional al incrementar la conciencia que tiene de sí misma y al fomentar el respeto hacia sus capacidades como enfermera, al apreciar y reconocer la necesidad de la educación continua y al integrar los elementos cognoscitivos e interpersonales del yo profesional en los roles de la enfermería.7
A finales del siglo xx, Barker P. (1995-1996) amplió la definición de Peplau H., definió el objetivo de la enfermería como trephotaxis, del griego, que significa proveer las condiciones necesarias para promover el crecimiento y el desarrollo y expresó que si algo define a la enfermería de forma global es la construcción social del papel de la enfermera. Las enfermeras participan en el proceso de trabajar con personas, sus entornos, su estado físico y su necesidad de cuidado.1
Por otra parte el siglo xxi mostró la propuesta de los Husted (2008), con un modelo que pretende proporcionar a las enfermeras un método lógico para determinar que acciones son más apropiadas desde el punto de vista ético, define a la enfermera como agente del paciente, haciendo en todo momento a favor del paciente lo que este haría por sí mismo si pudiese.1
Por cierto, tal enunciado tiene puntos en común con definiciones como la de Henderson V. cuando se refiere a que la enfermera realizaría las actividades que el paciente haría si tuviese la fuerza y voluntad. Incluso con la definición de Mercer R. (2014), las enfermeras proporcionan asistencia sanitaria a individuos, familias y comunidades. Después de valorar la situación y el entorno del cliente, identifica los objetivos con él, le proporciona asistencia a través de la formación y del apoyo proporcionando cuidados al cliente incapaz de proporcionárselos él mismo y se interpone entre el entorno y el cliente.1
En Cuba, como en el mundo, los inicios de la práctica de la Enfermería tienen un vínculo religioso, emprendida por diferentes órdenes masculinas y femeninas que prestaron servicio desde mediados del siglo xvi.8
En las luchas emancipadoras de la patria, la historia señala la participación de la mujer cubana en el cuidado de los mambises que resultaron heridos o enfermaban en los hospitales de sangre, destacándose entre ellas Caridad Bravo y sus hijas, y Rosa Castellanos, conocida por Rosa la Bayamesa. Igualmente se nombran como enfermeras: Mariana Grajales, la madre de los Maceos, Bernarda del Toro e Isabel Rubio Díaz, la más genuina representante de las enfermeras cubanas.8
El período de la intervención de Estados Unidos, la época de la República se caracterizó por la creación de escuelas de enfermeras, que resultaron insuficientes en relación a las necesidades de salud de la población. En 1889 se funda la primera escuela preparatoria de enfermería, bajo la dirección de la enfermera norteamericana miss O´Donnell graduada en la escuela de enfermera de Bellevue Hospital de Nueva York.8 La Bellevue fue creada en 1873, aplicaba el modelo de formación Nightingale, instrucción de principios científicos y experiencia práctica.1
En la época revolucionaria aumentó el número de alumnos en las escuelas, por lo que se abrieron otras nuevas. El desarrollo científico técnico y el crecimiento de los programas revolucionarios, determinaron que se pusieran en práctica diferentes planes de estudio que respondían a la formación de enfermeras y a la especialización en diferentes áreas del conocimiento; asimismo, en 1980 se graduaron las primeras licenciadas en enfermería.8
La formación y la investigación en enfermería se desarrollaron en paralelo. De ahí que los adelantos en las ciencias de la salud y el aumento de la longevidad colocaron a la enfermera en nuevas áreas de interés, como por ejemplo la atención al paciente anciano.
El término geriatría es publicado por primera vez en 1909 por Nascher L., conocido como el padre de la geriatría. En aquel momento, hablar de geriatría significaba atender a los ancianos enfermos crónicos e inválidos. Posteriormente, cuando la organización mundial de la salud definió salud como…no solo la ausencia de síntomas…, permitió que las ciencias de la salud se orientaran también hacia los aspectos de promoción, prevención y rehabilitación.9
En Europa, entre 1947-1948, un grupo de médicos de la especialidad de medicina interna se percatan de que la asistencia médica tradicional que se llevaba a cabo no era suficiente para proteger adecuadamente a las personas de 60 años y más. Surge así el campo de la geriatría como una especialidad médica e incorpora el concepto de asistencia integral, médica y social.9
En 1947 se crea la sociedad española de Gerontología, integrada en un principio solo por médicos, más tarde se fueron integrando otros profesionales interesados en la atención al paciente anciano, como enfermeras, entre otros.
En la década del 40 del pasado siglo, Warren M., enfermera inglesa que trabajaba en el West Middlesex Hospital, comenzó a examinar a todos los enfermos y a registrar sus problemas y su potencial funcional. La observación le permitió introducir programas de tratamiento personalizado, medidas de rehabilitación y cuidados específicos. Un gran número de pacientes logró alcanzar un mayor grado de independencia en la movilidad y en las actividades de la vida diaria.9 De ahí que en esa misma década expresara: muchos ancianos crónicos e inválidos con cuidados clínicos y de rehabilitación se recuperan lo suficiente como para poder integrarse nuevamente a la familia y a la comunidad" , asimismo, insistiendo en que el paciente anciano requiere no solo de cuidados especializados, sino que deberán estar acompañados de un cambio de actitud hacia ellos por parte de todo el personal que lo asiste y de la sociedad en su conjunto.10
En los últimos años, algunos países cuentan con sociedades de enfermería para la atención al paciente geriátrico, y el cuidado está dado por que las personas de 60 años y más constituyen un grupo poblacional, con características de salud específicas y requisitos de autocuidado derivado de esta etapa de la vida.9
Como en otras áreas del cuidado, la enfermera es la encargada de velar por la salud del paciente anciano y debe estar preparada para enfrentar el reto de la alta demanda de servicios relacionados con el envejecimiento poblacional. En los servicios de geriatría la enfermera, en la prestación de cuidados, ayuda al paciente a recuperar la salud y un mayor grado de independencia. Asimismo, la enfermera cumple su rol basado en modelos y teorías que se generan desde la disciplina, en las cuales el cuidado directo del paciente es primordial y debe desarrollarse desde una visión integral, además de ser excelente y considerar las normas éticas.11
Mientras la geriatría es una especialidad médica, la gerontología es una especialidad multidisciplinar que pretende integrar los conocimientos sobre los diferentes factores que inciden en el proceso de envejecimiento. En general los términos enfermería geriátrica y enfermería gerontológica se utilizan indistintamente para designar la especialización profesional dirigida a brindar cuidados al paciente anciano.9
La Asociación Norteamericana de Enfermería (ANE) definió como enfermería gerontológica aquella profesión que abarca la promoción y mantenimiento de la salud, la prevención de las enfermedades y el fomento del autocuidado en los adultos mayores, dirigidos hacia la restauración y alcance de óptimo grado de funcionamiento físico, psicológico y social: abarca también el control de las enfermedades y el ofrecimiento de comodidad y dignidad hasta la muerte .
Así pues, la literatura no muestra unanimidad en la denominación de la especialidad, por el contrario se observan tres criterios en la utilización de los términos.9
· Enfermería geriátrica como único término para designar los cuidados especializados a los ancianos.
· Enfermería gerontológica como único término para designar los cuidados especializados a los ancianos.
· Enfermería gerontogeriátrica para designar los cuidados preventivos y de promoción de la salud de las personas que envejecen y los cuidados dirigidos a personas ancianas enfermas o institucionalizadas.
La Asociación Americanas de Escuelas de Enfermería publicó en el año 2000 las competencias recomendadas y guía curricular para el cuidado del paciente geriátrico. El documento acentúa la necesidad de preparar a la enfermera en cursos teóricos y experiencias clínicas para el cuidado a través de la vida, en especial a los cambios debido al envejecimiento. Estos valores, competencias y conocimientos son importantes para asegurar que el cuidado sea de calidad y accesible para la creciente población geriátrica.12
En Cuba, como área de especialización, la enfermería geriátrica, no está declarada en programas y planes de estudio, sin embargo la literatura recoge un sinnúmero de prácticas en el cuidado del paciente geriátrico. Dado que la labor de enfermería ha ido evolucionado con el desarrollo de la ciencia, la aplicación de modelos y teorías de enfermería, ideas renovadoras le permiten a la enfermera identificar su propio diagnóstico y aplicar cuidados independientes
En este sentido, la enfermera geriátrica posee un fundamento de conocimiento, donde asume el compromiso moral y ético al proporcionar condiciones y cuidados que satisfacen las necesidades del paciente y le permiten alcanzar el mayor grado de independencia posible.
CONCLUSIONES
La enfermera geriátrica se ocupa de la valorar las necesidades de los pacientes geriátricos, administrar los cuidados y evaluar la eficacia de los mismos en el mantenimiento de las capacidades e independencias, lo que implica poseer un sustento de conocimientos sobre el fenómeno salud - enfermedad en el proceso de envejecimiento, y un sentido profundo de la ética. De ahí que las enfermeras convengan en reflexionar sobre la naturaleza de las relaciones del cuidar en las instituciones geriátricas.
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12. American Association of Colleges of Nursing (AACN). Adultos mayores: Competencias recomendadas y guía de curricular para el cuidado de Enfermería Geriátrica en el programa de Licenciatura. Washington, DC, EEUU: AACN; 2000.
Recibido: 2015-10-16.
Aprobado: 2016-01-04.
Yenny Elers Mastrapa. Facultad de Enfermería Lidia Doce. Licenciado en Enfermería. Máster en Longevidad Satisfactoria. Profesor Auxiliar. Dirección electrónica: elers@infomed.sld.cu
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